jueves, 17 de mayo de 2012

Sé el cambio que quieres ver en el mundo.

Un día más, la hora de el almuerzo.

Te subes al coche, y miras el asiento del acompañante, donde está tu bocadillo. "Lo mismo de siempre" piensas mientras metes la llave en el contacto y arrancas el motor. Te diriges a Mercadona, donde venden esas napolitanas de chocolate que tanto te gustan.

Pasas, compras, y estás saliendo, cuando te das cuenta que en la puerta, hay un pobre hombre, de mediana edad, con una mochila y un cartel que pone: "Soy viudo y tengo un hijo. No tengo trabajo ni dinero para darle de comer". 
Te mira con ojos tristes y te dice: "¿No tendrás nada para comer que puedas darme?" y le contestas: "De comer?" Entonces caes, te das cuenta, que ese bocadillo que 10 minutos antes has despreciado, porque para tí, era lo mismo de siempre, podía significar un mundo para otra persona. "Sí, por supuesto que tengo algo de comer", mientras sonríes, abres la puerta del coche, coges el bocata y una de las napolitanas, y se lo das. "Mil gracias... Que Dios te bendiga, joven..."

Te subes al coche, sin dejar de pensar, en la buena acción que acabas de hacer. Arrancas y vuelves al trabajo, sabiendo que ese día no va a ser igual, que acabas de darle esperanzas a una persona que realmente necesitaba ayuda...


Sí, es una historia real. Pasó esta misma mañana, y me pasó a mí. Me hizo recordar una actitud... Una bella actitud resumida en una frase:

Sé el cambio que quieres ver en el mundo.