Quédate...

Como ya imaginaba... todo esta cambiando. Las promesas se rompen una vez mas, todo vuelve a ser lo de siempre. Despues de cometer un error, toca pagar el alto precio que esto conlleva. Una vez mas veo como todo lo que me gustaria decirte, me lo he de callar...

Me duele, no por mí, sino por tí... No me lo dice el corazón, sino la razón... Una vez mas, he de estar abajo, en el subsuelo, esperandote... porque aunque no quieras, volverás a caer, y alguien tiene que ayudarte a levantarte. Tú misma te estas quitando las opciones de que te ayude a que lo que será una caída, solo quede en un tropezón.

Pero es inevitable. Yo solo soy dueño de mi destino, y decidí que mi destino no eras tú, pero estaba ligado a tí de una forma distinta. Pero aún así, cuando me quise dar cuenta, era tarde, tu ya sabías demasiado... era tarde para los dos.

Intentaste darme una segunda oportunidad, aunque la que debía habersela dado eras tú misma... Yo prometí que no cambiaría, y eso he intentado... Tu en cambio, no me estas demostrando lo mismo.

Ahora, tu as decidido poner distancia... Lo aceptaré. Tu creeras que la tienes, pero no será así.... yo siempre estaré en las sombras, preparado para ayudarte cuando lo necesites, no cuando me lo pidas.

Como siempre, toca escojer la peor opción para mí, pero esto es así. Para mí, mis amigos siempre, SIEMPRE serán una prioridad. Porque yo una vez fui una prioridad para ellos, por eso mismo he de ayudarles a ellos, hacer de su causa mi causa.
Es duro, es "el camino del dolor" (Pain Rikkudo) pero es mi destino... y yo lo decidí.

Estoy hundido lo sé, pero... para levantarme, he de luchar, no puedo quedarme de brazos cruzados viendo como la vida avanza y yo estoy lamentándome por un amor que no ha sido correspondido. Toca levantarse, luchar, seguír adelante, y no rendirme jamás, porque...

"No puedes vencer a quien no se rinde"